Las exigencias del tenis afectan el cuerpo
de los jugadores tanto en las extremidades superiores como en las inferiores,
así como también en el tronco.
La gran cantidad de golpes que realiza el
jugador en un entrenamiento o partido de tenis crea desequilibrios musculares
específicos del deporte que requieren intervenciones preventivas, consideradas
útiles para disminuir el riesgo de lesión.
Podemos clasificar a las lesiones como
lesiones generales y lesiones específicas del tenis.
Lesiones
generales:
·
Ampollas: se producen en zonas
con excesivo calor, humedad y fricción realizada por la raqueta,
grip, zapatillas nuevas. Se debe mantener la zona limpia, seca y
protegida, colocar talco, magnesio u oxido de zinc.
·
Calambres: sus causas son
sobrecarga, lesión, deshidratación, niveles bajos de minerales (potasio y
calcio), alcoholismo, hipotiroidismo, medicación, menstruación. Se
previenen con un buen entrenamiento, hidratación y aclimatación al
calor.
·
Tirones y esguinces: son
consecuencia de la mala técnica, falta de flexibilidad, de fuerza o de fatiga.
Es necesario realizar una planificación del entrenamiento adecuada para cada
jugador para que este no sufra el fenómeno de
sobreentrenamiento.
·
Lesiones por calor: son aquellas producidas
por altas temperaturas. Se producen por mala hidratación del jugador antes y
durante la jornada tenística. Su prevención comprende la ingesta de líquidos
cada 15-20 minutos aproximadamente.
·
Lesiones por sobrecarga: se
producen inflamaciones de las diferentes estructuras de las articulaciones
(tendones, ligamentos, capsula articular). Su causa es la mala
técnica de ejecución de los golpes, falta de fuerza muscular o falta de
flexibilidad. Se debe poner énfasis en realizar una correcta técnica en el
momento de golpear a la pelota. Por otro lado el jugador debe estar lo
suficientemente entrenado como para soportar la carga que implica un partido o
entrenamiento de tenis.
Lesiones específicas del
tenis:
Hombro
Las lesiones del hombro incluyen las
patologías del manguito rotador (conjunto de músculos que le dan estabilidad al
hombro) y del tendón del bíceps (músculo que recubre la cara anterior del
brazo), a menudo como consecuencia no sólo de las exigencias reiteradas en el
manguito rotador sino también de la gran movilidad subyacente y la
laxitud excesiva de la articulación.
Se requiere un altísimo grado de control
muscular para mantener la estabilidad de la articulación del hombro durante los
golpes del tenis. Esto se logra incluyendo en las sesiones de entrenamiento
técnicas y ejercicios de elongación y fuerza muscular realizados con la mayor
precisión posible, bajo la supervisión en un principio del
fisioterapeuta, utilizando diferentes elementos que facilitarán su
desarrollo (mancuernas, tensores, bandas elásticas).
Codo
Las lesiones de la región del codo en los
jugadores de tenis en primer lugar se centran en los tendones de los músculos
que se insertan en el antebrazo, tanto en la cara anterior (codo de golfista)
como en la cara posterior (codo de tenista).
Los ejercicios recomendados para la
prevención de las lesiones del codo se enfocan en incrementar la fuerza y en
particular la resistencia muscular de la muñeca y la musculatura del antebrazo.
Además se recomienda la realización de ejercicios de muñeca en todas sus
variantes y amplitud de movimiento.
Muñeca
En esta articulación son muy comunes las
tendinitis de los músculos que la atraviesan que pueden producirse por
sobrecarga o mala técnica de ejecución, sobre todo en el drive y el saque.
Al igual que en el codo es necesario el
entrenamiento de la fuerza de los músculos del antebrazo para no perder
estabilidad en la articulación y lograr la mayor amplitud posible de
movimiento.
Región Inferior de la Espalda
Todos los golpes del tenis incluyen
reiterados movimientos de la columna hacia todas las direcciones, y se sostiene
que el juego intenso es en general un factor de riesgo que puede provocar dolor
en la parte inferior de la espalda. Uno de los movimientos que pueden tensionar
particularmente la columna vertebral es el saque. La exigencia de la columna
vertebral en este golpe es máxima durante la mayor parte de su
recorrido.
Se debe poner énfasis en el entrenamiento de
toda la musculatura de la región lumbar para asegurar que se produzca un
desarrollo muscular equilibrado y la columna vertebral quede protegida ante la
amenaza de cualquier lesión.
Abdomen
En esta zona son muy comunes los tirones y
desgarros de los músculos abdominales que se producen por realizar movimientos
de estiramiento para golpear con potencia a la pelota, por ejemplo en el primer
saque.
Es necesario el fortalecimiento de esta
musculatura así como también una correcta entrada en calor y estiramientos
previos y posteriores a la actividad.
Cadera
Históricamente se creía que las lesiones de
la región de la cadera se concentraban en los fuertes músculos que cruzan no
sólo la articulación de la cadera sino también la articulación de la rodilla
(cuádriceps en la región anterior del muslo e isquiotibiales en la región
posterior).
Una mayor comprensión de la evaluación y el
diagnóstico de la cadera ha llevado a la identificación de otras formas de
patología de la cadera en el tenis debido al impacto de la carga y los patrones
de movimiento multidireccionales y la detención, el comienzo, el corte y el giro
abruptos que se producen en las extremidades inferiores durante el juego del
tenis.
Es necesario realizar ejercicios que, además
de asegurar una flexibilidad adecuada alrededor de la cadera y la musculatura de
la pelvis, proporcionen mayor estabilización a la articulación para disminuir de
manera potencial el riesgo de lesión.
Rodilla
Son frecuentes las lesiones por inflamación
de las estructuras que la rodean (bursitis, tendinitis) producidas por
sobrecarga de entrenamiento. Para evitarlas es fundamental programar el
entrenamiento de acuerdo a las capacidades del jugador con intervalos de pausa
convenientes.
Tobillo
Esta articulación es extremadamente exigida
en un partido de tenis, ya que además de soportar la carga del peso del cuerpo
debe lidiar con los continuos cambios de dirección que se producen en cada
desplazamiento. En este sentido, son los esguinces la consecuencia de la
utilización de calzado inadecuado para la superficie así como también de la
fatiga que puede llegar a sufrir el jugador en la cancha de
tenis.
CONCLUSION
Un programa para el entrenamiento de la
fuerza y el acondicionamiento específico del tenis puede cumplir una función
clave en la prevención de las lesiones comunes en los jugadores de
tenis.
Como hemos mencionado en los artículos
anteriores es fundamental una adecuada entrada en calor que incluya además de
ejercicios globales, aquellos que sean específicos del deporte o del plan de
rehabilitación confeccionado para cada jugador en particular, los cuales serán
realizados de menor a mayor intensidad buscando preparar al organismo para las
exigencias del entrenamiento o competencia.
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