Eduardo Puppo un gran periodista y una gran persona
Eduardo es el jefe de prensa del ATP de Buenos Aires, y periodista de CNN en
español y Tenniscom.com
Dónde trabajás actualmente?
CNN en español como analista de tenis y Tenniscom.com
Hace cuanto que sos periodista?
Desde 1980.
Cómo y por qué te iniciaste en esta profesión?
Siempre me gustó escribir y jugar al tenis. Luego estudié artes gráficas, uní ambas pasiones y comencé a
Hace cuanto que sos periodista?
Desde 1980.
Cómo y por qué te iniciaste en esta profesión?
Siempre me gustó escribir y jugar al tenis. Luego estudié artes gráficas, uní ambas pasiones y comencé a
hacer revistas de tenis.
Quienes son los mejores jugadores que viste y a quienes considerás en el top 5 de la historia y por qué?
Guillermo Vilas, John McEnroe, Jimmy Connors, Boris Becker,
Pete Sampras, José Luis Clerc,
Roger Federer, Rafael Nadal.
Top 5: Rod Laver (porque ganó 2
veces el Grand Slam y
nadie lo igualó).
nadie lo igualó).
Roger Federer (porque ganó 17
títulos de Grand
Slam)
Slam)
Rafael Nadal (indiscutido
líder en canchas
lentas).
Pete Sampras (6 años Nº 1).
Bjorn Borg (por sus triunfos
en Wimbledon y Roland Garros).
Pensás que Del Potro puede llegar al número uno?
Sólo si logra continuidad en su mejor nivel podría pelear de igual a igual; con altibajos
pronunciados no le alcanzará.
Por qué Argentina no gana la Copa Davis?
No se dieron las circunstancias ideales que todo equipo necesita (sorteo, actualidad de sus
jugadores en simultáneo, sede, etc.). Cuando se tuvo la chance, de local, considero que lo
impidió la lesión de Del Potro, no la relación entre él y Nalbandian. Si un equipo cuenta con
individualidades de alto nivel y se dan las condiciones, se puede ganar si que sean amigos.
Si no fuera Martín Jaite, quien te gustaría que sea el capitán de Copa Davis?
No tengo favoritos en ese aspecto, varios podrían
cumplir muy bien el papel que requiere el puesto.
Es irreconciliable la relación entre Del Potro y Nalbandian?
Sólo ellos lo saben.
Alguna anécdota de tu profesión:
Aporto dos situaciones, ambas
relacionadas con los baños y, por casualidad,
durante el US Open.
La primera fue en una de mis primeras coberturas del US Open, no recuerdo bien el año pero no
existía el Arthur Ashe, puede ser 1986 a 1990, tuve un episodio tragicómico. En el estadio Louis
Armstrong -donde ganó Sabatini- la sala de prensa estaba arriba de todo, sobre un lateral, y desde
los escritorios se veía el court central. Allí arriba se accedía por un ascensor o escaleras. El
lugar era limitado, no como ahora que hay más de 1.000 desk debajo del Ashe. Sólo había un baño
para todos, en una de las puntas. Un día fui a hacer mis necesidades y, cuando voy a abrir la
puerta, no abre. Hice fuerza, para un lado, el otro, saque la traba, la puse, etc. y nada. Ya
había pasado un tiempo razonable y no tuve más remedio que comenzar a gritar ¡help! !help! Me
sentí un gran pelotudo haciéndolo, como en las películas, pero no tenía otra salida. A los pocos
minutos siento que me habla alguien, más bien a los gritos, para que me ponga lo más lejos de la
puerta -el espacio no era muy grande- y comenzaron a golpear: era un bombero que con una
hacha rompió una parte de la puerta -creo que era metálica- y me rescató... Cuando salí, la parte
de periodistas que daba a esa zona, me aplaudió... Una vergüenza inolvidable.
Otra también en Flushing Meadows, creo que a fines de los '90. Llegué muy tarde al torneo, el
lunes inicial pero con demora en los vuelos. Me venía sintiendo mal en el avión, en el viaje al
hotel y también en el micro que nos lleva al club. No sabía bien si quedarme o ir, pero
jugaban argentinos y debía ir. Asumí el riesgo con dolor de estómago, mareos, etc. Preparé todo
en el escritorio y cada 10 minutos iba al baño porque tenía náuseas. No pasaba nada. Volvía y
todo de nuevo. Para quienes no conocen, en Flushing existen apenas dos baños en sala de
prensa: uno en una punta y otro en la otra, en la zona de fotógrafos. Muy poco para mil y pico de
personas, pero es lo que hay. Cada vez que iba, estaba ocupado... Por eso, en un momento, decidí
tomarme el ascensor y buscar el baño superior, en la zona de televisión, que me pareció un lugar
menos transitado. Me quedé por allí esperando hasta que tuve ganas de vomitar... Por suerte no
había nadie y bueno, pasó lo que pasó... Cuando salgo -pálido y débil- veo a una persona alta y
con bigotes que estaba esperando entrar. Me preguntó: "Are you ok?" Le contesté que sí, le
agradecí y se mandó al baño... Me reí, dentro de mi mal estado, por la situación: era John
Newcombe, gran jugador australiano que fue número uno del mundo en los '70, el de los "mostachos", que espero no me haya insultado demasiado por
cómo dejé el lugar...
La primera fue en una de mis primeras coberturas del US Open, no recuerdo bien el año pero no
existía el Arthur Ashe, puede ser 1986 a 1990, tuve un episodio tragicómico. En el estadio Louis
Armstrong -donde ganó Sabatini- la sala de prensa estaba arriba de todo, sobre un lateral, y desde
los escritorios se veía el court central. Allí arriba se accedía por un ascensor o escaleras. El
lugar era limitado, no como ahora que hay más de 1.000 desk debajo del Ashe. Sólo había un baño
para todos, en una de las puntas. Un día fui a hacer mis necesidades y, cuando voy a abrir la
puerta, no abre. Hice fuerza, para un lado, el otro, saque la traba, la puse, etc. y nada. Ya
había pasado un tiempo razonable y no tuve más remedio que comenzar a gritar ¡help! !help! Me
sentí un gran pelotudo haciéndolo, como en las películas, pero no tenía otra salida. A los pocos
minutos siento que me habla alguien, más bien a los gritos, para que me ponga lo más lejos de la
puerta -el espacio no era muy grande- y comenzaron a golpear: era un bombero que con una
hacha rompió una parte de la puerta -creo que era metálica- y me rescató... Cuando salí, la parte
de periodistas que daba a esa zona, me aplaudió... Una vergüenza inolvidable.
Otra también en Flushing Meadows, creo que a fines de los '90. Llegué muy tarde al torneo, el
lunes inicial pero con demora en los vuelos. Me venía sintiendo mal en el avión, en el viaje al
hotel y también en el micro que nos lleva al club. No sabía bien si quedarme o ir, pero
jugaban argentinos y debía ir. Asumí el riesgo con dolor de estómago, mareos, etc. Preparé todo
en el escritorio y cada 10 minutos iba al baño porque tenía náuseas. No pasaba nada. Volvía y
todo de nuevo. Para quienes no conocen, en Flushing existen apenas dos baños en sala de
prensa: uno en una punta y otro en la otra, en la zona de fotógrafos. Muy poco para mil y pico de
personas, pero es lo que hay. Cada vez que iba, estaba ocupado... Por eso, en un momento, decidí
tomarme el ascensor y buscar el baño superior, en la zona de televisión, que me pareció un lugar
menos transitado. Me quedé por allí esperando hasta que tuve ganas de vomitar... Por suerte no
había nadie y bueno, pasó lo que pasó... Cuando salgo -pálido y débil- veo a una persona alta y
con bigotes que estaba esperando entrar. Me preguntó: "Are you ok?" Le contesté que sí, le
agradecí y se mandó al baño... Me reí, dentro de mi mal estado, por la situación: era John
Newcombe, gran jugador australiano que fue número uno del mundo en los '70, el de los "mostachos", que espero no me haya insultado demasiado por
cómo dejé el lugar...
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