domingo, 11 de agosto de 2013

Algunos comentarios sobre la baja de jugadores aficionados en el país (parte I)

Los números los indican y los organizadores, autoridades de la AAT y auspiciantes se agarran la cabeza: cada vez menos gente compite en los torneos oficiales. Y esto es una situación “transversal”, no afecta solo a los veteranos (perdón, la corrección política indica que debo poner “Seniors”) sino que llega a los menores y particularmente a las nenas, donde la situación pasó de preocupante a alarmente, dada no solo la falta de cantidad, sino que como consecuencia casi obvia, falta de calidad de las jugadoras.

La baja en la cantidad de jugadores puede tener múltiples motivos, y más abajo las analizaremos, pero antes, una salvedad: en Argentina bajan los jugadores pero no la cantidad de carnets o afiliaciones a la Asociación. Esto que podría parecer una buena noticia sobre la robustez del sistema oficial de competencias, es sin embargo, un sofisma, ya que esa cantidad de 7, 8 o 9 mil carnets, es absurdamente baja cuando se la compara con la cantidad de jugadores en el país, que aún las encuestas más conservadoras, (con las fallas propias de un país sub administrado y desconfiado con razón de todo lo que sea contar algo), estiman entre uno y dos millones de personas. Es decir, que tomando el número más conservador, un millón de tenistas, solo el 0,7% está afiliado. Por ahí al revés lo sacude más al lector:

“El 99,3% de la gente que juega al tenis, no tiene un carnet de la AAT, ni participa de los torneos”

Volviendo al punto. Entre las razones de la baja, podríamos destacar (sin ponerlas en un orden específico, dejándolo a gusto del lector, y con un peso relativo como todo análisis multicausal):

·         Falta de (una cantidad) de referentes: las bajas vegetativas en la Legión Argentina podrían dificultar que los chicos o la gente se identifique con ellos y quiera jugar y participar de eventos de tenis. Incluso la negativa del único tenista top ten que tenemos a jugar la Davis, potencia más esa situación, sin hacer un juicio de valor por ello.

·         Ídolos reconocibles de otros deportes: esto sería casi el reverso de la moneda del punto anterior: un ejemplo serían Las Leonas en el hockey, que son exitosas, lindas, juegan un deporte grupal (un dato no menor al evaluar su identificación directa con las chicas y la necesidad que tienen de “contención emocional” por el grupo, cosa que el tenis no les da) y encima ese deporte es materia obligatoria en la parte de educación física de muchos de los colegios adonde va la gente que puede afrontar el gasto de ser socia de un club, comprar raquetas, pagar una escuela de tenis, anotarse en torneos, etc.

·         Un incremento en la doble escolaridad de los chicos: si bien es una tendencia que viene de largo, y en pleno auge de los torneos hace casi una década, también había muchos de los chicos que iban mañana y tarde al colegio, esto se ha acentuado y extendido incluso a otras capas sociales, aún con tareas extra escolares, pero no relacionadas al deporte.

En la segunda parte veremos más causas, hablaremos en detalle de los veteranos y plantearé algunas propuestas. No se la pierdan y se aceptan críticas fundamentadas, sugerencias, aportes y elogios moderados. Saludos

 

José Luis “Tata” Echegaray Director ProClub

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